domingo, 8 de noviembre de 2009

A las 7, en la 5ª avenida.


Cansada de sufrir la soledad, de un frío invierno en la calle sentimental del fracaso.
¡Que tristes las horas perdidas enfrente de la ventana viendo la vida pasar!
-Necesito olvidarme de ti- Pensé en voz alta.

Cogí mi chaqueta y me dispuse a salir.Estando en la avenida que doblaba mi calle quise echar un vistazo a mi teléfono, pero me lo había
olvidado en mi habitación. Mientras paseaba sin rumbo fijo, visualizaba las palomas que andaban posandose en las farolas, cada una
en pareja.
Me senté en el banco situado a escasos metros de mí, y medité.
-Necesito convencerme a mi misma-
¿De qué?

Una voz masculina preguntaba trás mi espalda, estaba asustada e inquieta pero tampoco quería darme la vuelta.
-¿Acaso quieres borrar todos los recuerdos que tuvimos?
-No paras de entrar y salir de la vida de la gente sin pedir permiso. -Musité.
-Especialmente de la tuya, no.
-¿Por qué haces esto?
-Porque te quiero.
-si me quisieras no me hubieras dejado.
Las palabras huyeron y con ella un soplo de viento tras mi cuello, sentí escalofrios... me giré y allí ya no había nadie.
¡qué raro!, -pensé.

De vuelta a casa estuve dándole vueltas, no podía ser él.. no podía a ver desaparecido tan rápido. Además tampoco sabía de su existencia desde hace un año y medio.
Entrando a casa, había recibido una nota.

-A las 7 en la 5ª avenida.
Fdo: A.

Toda la tarde pensando si ir o no.. Me reforcé de corage y empape mi corazón de varios escudos..
-¡qué frágiles los corazones y que ilusos los sentimientos! ..

Miré el reloj, -las 18:45- salí por la puerta principal, baje las escaleras y frené mis temblados pasos.
-Sé que puedo.
Seguí mi camino hasta la 5ª avenida, pero allí no había nadie. Me senté en los escalones de una vieja casa, y una sombra se acercaba a mí. Miré mi reloj,
-19:00-, una brisa de aire frío sopló trás mi espalda.

-Eres puntual.
Miré a ambos lados, no había nadie.
-¿quién eres?¿Qué quieres de mi? -dije-
-Parece mentira que ya no te acuerdes de mi.
-¿Tú..?
-¿Yo?
Sí, me marché de tu lado para no causarte dolor.
-¿Dolor? Pues aún así lo causaste..
-Lo sé, y lo siento. Pero no quería que la persona a la que más he querido sufriera por mí, por mi enfermedad.
-¿Enfermedad? ¿De qué hablas?
-Sí, no te lo quise contar.. pero me quedaba por aquel entonces sólo un mes de vida y entonces me convencí a mi mismo de que debía irme de tu lado.
Me quedé sin palabras.. perpleja, me eché a llorar.
-No llores porfavor, no quiero ver tu preciosa cara empapada de lágrimas que no deberían de caer por tus grandes y bonitos ojos verdes.
-Quizás debiste de quedarte a mi lado.
-ALomejor no lo superarías, porque sé que tú me querias como yo a ti.
-Tal véz te siga queriendo y he estado más de 12 meses buscandote... pero eras un caso perdido.
-Entonces ahora que sabes lo que ocurrió no tienes porque buscar más en el pasado.
-¿Cómo hacerlo?
-No lo hagas, tán solo ten presente cada vez que me eches de menos que yo siempre cuidaré de ti, y que; cuando una ráfaga de un suave viento acaricie tus mejillas seré yo que te estaré robando un beso.
-No quiero que te marches.
-Lo siento, yo te quiero; pero ahora ya veo la luz.
-Tan sólo déjame decirte que la luz de mi vida eras y serás tú para siempre.

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